lunes, 10 de diciembre de 2007




Aquellos 20.000 habitantes

© 2007 Ángel Plaza Simón.
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Inauguramos una nueva sección de artículos breves en los que trataremos de aportar algo de luz sobre una serie de aspectos de la Historia de nuestra ciudad que, creemos, no han sido tratados convenientemente y han creado una serie de tópicos y equívocos.



Quizá uno de los tópicos más controvertidos y polémicos de la historiografía local es la afirmación de que Villarrobledo tenía 20.000 habitantes hacia finales del siglo XV y principios del XVI, mantenida por los autores que más profundamente han estudiado nuestra historia. Supuestamente, esta tradición se funda en la obra de Blas Franco (1675), es recogida por Francisco de la Cavallería (1751) y mantenida por Agustín Sandoval (1960 y 1981). Lo cierto es que, leyendo con detenimiento las tres obras, esa sucesión de hechos no es del todo exacta y quizá haya llegado el momento de exonerar al primer historiador de tamaño equívoco.

¿Qué dicen nuestros autores?

1.1. Blas Franco Fernández (1675)

Blas Franco NO afirma categóricamente que Villarrobledo tuviera 20.000 habitantes en la época mencionada sino que recoge, de pasada, un comentario que le hacen "los más viejos del lugar". En todo caso habría que culparlo de ingenuo por reflejar aquel hecho, pero no se puede tachar su obra de falsa e infundada. Las muestras de su honradez y rigurosidad las tenemos en otras noticias que aporta y de las que sí se molesta en buscar información y citar sus fuentes; como en otra de las cuestiones controvertidas de nuestra historia: La Historia de los Villarejos, tachada de entelequia por historiadores reputadísimos como Aurelio Pretel (que, por su parte, ha contribuido a crear otra serie de tópicos que discutiremos más adelante), pero satisfactoria, brillante y profusamente estudiada por Francisco Javier Escudero, que demuestra que, no sólo tiene visos de ser realidad, sino que fue mucho más compleja y circunscrita al amplio marco de las disputas fronterizas entre Alcaraz y la Orden de Santiago.

"[...] esta Villa que había empezado con una aldea tan corta, como se ha dicho, pudo igualarse con una ciudad muy populosa, porque, según dicen los antiguos, llego a tener de vecindad más de cuatro mil vecinos, todos tan prósperos y acomodados que se ejercitaban en la labranza del campo y siendo tan grande el término que hoy tiene esta Villa, se salían fuera para ejercitar sus labranzas. [...]"

Al final del párrafo tenemos otra muestra de que Blas Franco no solía dar puntadas sin hilo, pues habla de un hecho sólidamente contrastado como es que los agricultores de esta Villa habían extendido sus labranzas fuera del término, lo que motivaría no pocos pleitos con la ciudad de Alcaraz. Además, de la lectura completa del contexto donde están estas líneas no se infiere necesariamente ninguna precisión cronológica de ningún tipo, a pesar de que se incluye entre las Fundaciones del siglo XV. Es decir, el sentido que tiene la frase según creemos es el siguiente: A decir de los vecinos, el modesto Robredillo que comenzó con una población tan exigua llegó (en algún momento de su historia entre finales del siglo XIII y 1675) a tener 4000 vecinos.

1.2. Francisco de la Cavallería y Portillo (1751)

El que SI le da carta de naturaleza es el, supuestamente, más serio y fundado Francisco de la Cavallería. Este autor recoge, sin más, aquella afirmación de pasada y la eleva al rango de verdad absoluta. No es la única ocasión en que Cavallería "mete la pata hasta el corvejón", pues otra de sus perlas ha motivado que Villarrobledo haya estado huérfano de su Historia más antigua hasta hace bien poco con sus afirmaciones de que no hay nada antiguo ante nuestros ojos. Aun reconocíendole su enorme mérito; sin duda, su estilo sentencioso, mesiánico y, en ocasiones, "ex catedra" ha ocasionado no poco daño al progreso del estudio de nuestra Historia.

"[...] Esta Ilustre Villa que en sus principios fue tan pequeña en su Vecindad, pudo igualarse con una de las Ciudades mas opulentas, y populosas de nuestra España, (sin que por ser yo Patricio, merezca la censura de apassionado, pues en esto, como en todo lo que escrivo, vive mi pluma muy desnuda de toda passion y solo explica la realidad, para memoria en lo venidero) pues sus grandes ruinas son un testimonio muy claro, y evidente, en donde se lee lo que fue. A mas de quatro mil llego el numero de sus vecinos, y todos tan opulentos, y ricos, que vino a estimarse este Pueblo por uno de los mejores de ambas Castillas [...]"

En realidad, vemos que Cavallería está repitiendo, "ce por be", los párrafos que había escrito Blas Franco casi un siglo antes, cambiando por sinónimos algunos términos; como cuando el estudiante perezoso consigue un trabajo escolar, a través de otro estudiante de un curso superior, y cambia comas, elimina párrafos, corrige estilos, añade perifolla y omite algunas frases para presentarlo como propio. La frase omitida no puede ser más importante pues es la que denuncia que ese dato proviene de una fuente oral sin contrastar: "según dicen los antiguos", mientras se descuelga con una especie de "por la gloria de mi madre" en forma de objetivo desapasionamiento. Por cierto, ni siquiera se molesta -en esta afirmación concreta- en referir que su fuente es Blas Franco, cuando son contínuas en su obra las alusiones al escritor jumillano.

1.3. Agustín Sandoval Mulleras (1960 y 1981)

Lo que llama la atención y, verdaderamente, da rabia es que un autor aún más riguroso y científico en sus planteamientos, como Agustín Sandoval, siga recogiendo la manida historia de los 20.000 habitantes y dándole ciertos visos de realidad. Científicamente, no tiene perdón; si bien, se puede disculpar su error dentro de su amable estilo conciliador y respetuoso con las fuentes más antiguas que son, precisamente, Franco y Cavallería (más el segundo que el primero), además de su "amor patrio".

"[...] Habiendo sido tan pequeña nuestra villa en sus comienzos, llegó Villarrobledo, con su constante desarrollo y nuevas vecindades, a convertirse en uno de los pueblos más opulentos y habitados de España, alcanzando a principio del siglo XVI la elevada cifra de 4.000 vecinos, todos prósperos y acomodados labradores, que hacían subir al censo a unos veinte mil habitantes, lo que le valió a Villarrobledo ser estimado como uno de los mejores pueblos de Castilla. [...]"

Es nuevamente el mismo párrafo de Franco y, también, el mismo "error". Sin embargo, ya se ha creado el equívoco: Sandoval basa sus fuentes en el "riguroso" Cavallería que, a su vez, había malinterpretado a Franco. Una mínima comparación hubiera "desfecho" el entuerto... Además incluye la precisión (absolutamente equivocada) cronológica: principios del s. XVI, mientras que en apéndice demográfico de su obra sitúa esos 20.000 habitantes en 1490. Para desagravio de Don Agustín, debemos hacer mención a un artículo suyo publicado en el Cervantino de 1992, donde "recoge velas" y afirma que el dato de los 20.000 habitantes es una exageración. Posiblemente en esos términos se manifestara sobre el asunto en la tercera edición de su "Historia de mi Pueblo", que se prometía muy corregida y aumentada, pero -desgraciadamente- no fue publicada por su trágico fallecimiento.

¿Qué dicen otras fuentes?

¿Pero existieron esos 20.000 habitantes? Hemos encontrado datos de esa precisa fecha -obviadas por todos los autores mencionados- que nos dan, con todas las cautelas, una idea bastante aproximada sobre este particular. La fuente histórica más cercana la tenemos en las Descripciones de Hernando de Colón (entre 1517 y 1523).

"[...] Villa Robledo es lugar de seiscientos vecinos e está en llano e es en la Mancha de Aragón [...]"

Con esta sencilla frase ya se "desmonta todo el tinglado". La equivalencia vecinos=habitantes se estima, según las zonas, entre cuatro y cinco habitantes (todas las "almas de comunión", los niños, las niñas y los bebés) por vecino (que incluye sólo el "pater familias"). Si aceptamos un valor medio de 4'5 y lo multiplicamos por los seiscientos que refieren los informantes del hijo del descubridor, la cifra de habitantes de Villarrobledo -a principios del siglo XVI- es de 2.700, muy lejos de los 20.000 (en realidad 4000x5) de Franco, Cavallería y Sandoval. Como nota curiosa y como baño de humildad, podemos añadir que -para esa misma fecha y según las mismas fuentes- El Bonillo tenía 1.000 vecinos (4.500 habitantes).

Ya tenemos una fuente histórica que deja en mal lugar la tradición villarrobletana (tradiciones locales que, por otra parte, en otros muchos casos que estudiaremos demuestran ser muy acertadas). Pero no es la única fuente documental, cercana a esa fecha, de la que disponemos. El día 30 de noviembre de 1590, el Licenciado Pedro Pérez del Castillo envía [...]relación de las vecindades de la ciudad de Alcaraz, villas y lugares de su suelo [...] en respuesta al requerimiento de don Juan Vargas de Salazar, Secretario de Cámara y Miembro del Consejo del Rey Felipe II.

"[...] La Villa de Villa Robredo parece por el testimonio que ynbiaron [...] tiene mill y seis y dieciocho vecinos [...]"

Es decir, hacia la última década del siglo XVI Villarrobledo ya tiene la nada despreciable -para la época- cifra aproximada de 7.281 habitantes (1.618 vecinos); siendo la población más populosa de la Tierra de Alcaraz incluso más que la propia capital, Alcaraz, que tenía 1.228 vecinos (5.526 habitantes aproximadamente).

Sin duda, el espectacular despegue demográfico del siglo XVI en Villarrobledo parece que se produjo, a la vista de las fuentes; pero la cantidad de 20.000 habitantes es, simplemente, una quimera y aquel crecimiento se mantuvo entre unos límites más contenidos. Aún así, ya es llamativo el hecho de -casi- triplicar la población en menos de cien años. Sin embargo, sabemos de la existencia de algunos hechos que pudieron contribuir a tal proceso demográfico:

1. En 1557, después de una larguísima porfía con Alcaraz, Villarrobledo ve ampliado su término hacia el sur. Esto no sólo se traduce en nueva riqueza en forma de tierras de labranza, pastos y monte que pudieran atraer hipotéticas nuevas vecindades; es que, de hecho, Villarrobledo "engulle" dos "pueblos" con seguridad (Villabachos y Fuente del Espino), posiblemente otro (El Pozo del Cabalgador), se queda en las mismísimas puertas de un cuarto (Sotuélamos) amén de anexionarse quinterías, aldeas y otros establecimientos rurales en un número impreciso. De sus respectivas poblaciones y de cómo elevaron el censo de Villarrobledo no presentaremos pruebas concretas, aunque sería muy factible encontrarlas en un profundo y exhaustivo trabajo (que no vamos a hacer y está muy lejos de nuestras pretensiones) de exploración de los Archivos municipales de las ciudades implicadas: Villarrobledo y Alcaraz.

2. Entre 1568 y 1570 se produce la llamada Rebelión de las Alpujarras y se sabe que La Mancha fue una gran receptora de los moriscos de Granada dispersados por Felipe II con el fin de evitar nuevas revueltas. De igual manera, Villarrobledo fue uno de los focos de la zona de donde procedía un mayor número de los moriscos deportados en 1609 por Felipe III (381). Entre ambos hechos se recaba información para el Vecindario de Alcaraz ¿fue Villarrobledo uno de esos núcleos, primero receptores y luego deportadores? Las leyendas, tradiciones y datos históricos (algo confusos) siempre han hablado de aljamas, comunidades "criptojudías", oficios ligados a comunidades musulmanas (cantería y tinajería), usos constructivos (viviendas organizadas en torno a patios comunes) de tradición musulmana en algunos barrios, usos agrícolas en algunas zonas del término (huertas, acequias, norias y aceñas), topónimos, etc. Un primer problema es deslindar cuáles de estos son fruto de este proceso demográfico (acogimiento- expulsión) o bien de la herencia musulmana propia previa a la Reconquista del siglo XIII, muy razonablemente supuesta y con algún soporte arqueológico dentro del T. M. Otro problema es determinar (si creemos que así fue) qué número de moriscos vinieron, puesto que el número de los expulsados sí se sabe.



Continuará...

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